Entre el abanico de afecciones derivadas del trabajo con materiales naturales como la piedra, la silicosis constituye una de las enfermedades respiratorias más problemáticas de este sector empresarial. Durante la manipulación de este tipo de materiales se desprenden pequeñas partículas cristalinas, bautizadas como polvo de sílice, que al ser inhaladas por el trabajador pueden afectar gravemente a su aparato pulmonar.En los últimos años, debido al auge de la construcción y al uso de materiales alternativos al mármol como por ejemplo los materiales porcelánicos, un gran número de talleres vinculados a este sector han denotado el repunte de dicha enfermedad. Todos coinciden en la aparición de nuevos casos de silicosis, especificando que los trabajadores afectados han experimentado un tiempo de exposición a la sílice cristalina respirable mayor al habitual en los casos de infección.
La falta de control y la necesidad de programar una vigilancia exhaustiva, en cuanto a medidas de protección se refiere, ha conducido a la Asociación de Empresarios Marmolistas de Asturias (ASAMA) y al Instituto Nacional de Silicosis (INS) a poner en marcha un Plan de Seguimiento y Control de la Silicosis en las Marmolerías de Asturias.
Aplicado desde 2011, el proyecto ha conseguido reducir el número de trabajadores expuestos a un valor de sílice superior al permitido, implantando en el ámbito empresarial la adopción de soluciones preventivas como las mascarillas para la protección respiratoria contra la silicosis o los sistemas de elaboración mediante maquinas pulidoras neumáticas con agua y lijas diamantadas de agua.
¿POR QUÉ LA SILICOSIS PREVALECE EN LA MARMOLERÍAS?
El mármol no constituye en sí mismo un material que tras la manipulación pertinente presente riesgo de aparición de polvo de sílice. Por este motivo, cuando estos talleres decidieron sustituir dicho material por elementos alternativos como los compactos, conglomerados y agregados de cuarzo o cerámicos, se obviaron por desconocimiento todas las medidas de prevención incluidas en el Reglamento General de Normas Básicas de Seguridad Minera.
Al no relacionarse con esta normativa ni con sus instrumentos de protección, los trabajadores se expusieron a los riesgos de contraer dicha enfermedad, surgiendo así el repunte de las afecciones por silicosis. Mientras que el valor límite de la sílice cristalina respirable sigue situado en los 0,1 miligramos por metro cúbico, con el uso de materiales alternativos esta cifra puede superarse hasta en un 80%, resultando muy perjudicial para el operario. Además, la propia Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) decretó a principios de 2012 que la sílice cristalina respirable constituía una sustancia cancerígena para el ser humano.
¿QUÉ MEDIDAS DE PREVENCIÓN PUEDE ADOPTARSE PARA FRENAR SU REAPARICIÓN?
Siguiendo el marco del Plan de Seguimiento y Control de la Silicosis aplicado en las marmolerías asturianas, una de las principales maniobras de actuación para detener el avance de la silicosis es la total renovación del mecanismo de trabajo de este sector empresarial. Con la implementación de máquinas neumáticas para el trabajo con agua, de lijas diamantadas de agua y de compresores para la alimentación de la maquinaria neumática puede reducirse considerablemente la exposición a este riesgo potencial.
Además, dicho proyecto incide en la necesidad de fomentar el uso de mascarillas para la protección respiratoria contra la silicosis con filtros de protección FFP3.
Estas y otras soluciones, adoptadas junto al seguimiento pertinente, pueden llegar a demostrar cómo el control sobre la reaparición de esta enfermedad es hoy en día posible.
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