¿Tu trabajo implica la manipulación de cargas pesadas, que te provocan dolores recurrentes de espalda? El 55% de los operarios que realizan este tipo de esfuerzos durante su jornada laboral afirman sufrir frecuentemente molestias en la zona lumbar, según datos del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT).
Aunque no se trate de lesiones graves, a largo plazo la manipulación de cargas puede derivar en trastornos más serios, por lo que saber cómo prevenirlas es básico, tanto para empresarios como trabajadores.
¿Conoces la normativa vigente sobre este tema? ¿Qué riesgos debes tener en cuenta y cómo puedes minimizarlos? ¡Sigue leyendo y te contamos cómo prevenir estos riesgos laborales!
Manipulación de cargas: normativa y conceptos básicos
La manipulación de cargas es una tarea habitual en muchos sectores de actividad. Entre los riesgos más comunes asociados a este trabajo figuran la fatiga, las contusiones y las lesiones musculoesqueléticas, sobre todo en la espalda y los brazos. Si no se toman las precauciones adecuadas, este esfuerzo repetido puede desembocar en problemas de salud mucho más graves, que, si bien no son letales, si pueden requerir de una rehabilitación larga, con los consiguientes costes económicos y humanos.
Para evitar estas situaciones, en 1990 la Unión Europea adoptó la Directiva 90/269/CEE, que se traspone a la legislación española a través del Real Decreto 487/1997, del 14 de abril. Las medidas recogidas en este decreto serían desarrolladas posteriormente por el INSHT a través de una Guía Técnica, enfocada a la evaluación y prevención de los riesgos laborales asociados a la manipulación de cargas de forma manual.
Para comenzar, empecemos explicando algunos conceptos básicos para entender qué es la manipulación de cargas. Según el R.D.487/1997, se considera manipulación manual de cargas (MMC) “cualquier operación de transporte o sujeción de una carga por parte de uno o varios trabajadores, como el levantamiento, la colocación, el empuje, la tracción o el desplazamiento, que por sus características inadecuadas entrañe riesgos, en particular dorsolumbares para los trabajadores”.
Por su parte, la Guía Técnica del INSHT define como carga cualquier objeto susceptible de ser movido, así como aquellos materiales manipulados por medios mecánicos, que requieran un esfuerzo humano adicional para ser ubicados de forma correcta.
Factores de riesgo asociados a la manipulación de cargas
Siempre que sea posible, la normativa vigente exige al empresario que evite la manipulación de cargas manual mediante el uso de herramientas y sistemas mecánicos, como grúas o carretillas elevadoras, o sistemas transportadores automatizados. Cuando esta tarea sea inevitable, será necesario evaluar los riesgos de manipulación de cargas para adoptar un plan de prevención acorde a los mismos. Estos son algunos de los factores destacados a considerar:
- Características de la carga: cargas demasiado grandes, pesadas o difíciles de sujetar, con un contenido susceptible de desplazarse o cuya manipulación implica una torsión o manipulación del tronco del operario, por ejemplo.
- Esfuerzo físico: los riesgos en la manipulación de cargas aumentan cuando es exija un esfuerzo excesivo, movimientos bruscos, se realice con el cuerpo en posición inestable o sea necesario modificar el agarre durante su manipulación.
- Entorno de trabajo: ausencia de espacio libre suficiente para la manipulación de cargas, suelos irregulares, inestables o con desniveles, vibraciones, temperatura y humedad inadecuadas, etc.
- Exigencias de la actividad: esfuerzos físicos demasiado frecuentes o prolongados, periodos de descanso insuficientes, distancias de elevación, descenso o transporte excesivas o procesos que impidan al trabajador modular la manipulación.
- Factores de riesgo individuales, como la falta de aptitud física para estas tareas, la existencia de patologías dorsolumbares previas, ropa de trabajo inadecuada o conocimientos o formación insuficientes.
Manipulación de cargas: medidas preventivas
La Guía Técnica del INSHT incluye hasta 30 factores de análisis a tener en cuenta para la manipulación de cargas, con recomendaciones para reducir los riesgos asociados a esta actividad, entre los que podemos destacar:
● Manipulación de cargas: peso máximo
Según el INSHT, la manipulación de cargas con un peso máximo superior a 3 kilos puede implicar riesgos potenciales para la espalda, si no se realiza de forma adecuada. Cuando el peso de la carga supere los 25 kilos, se considera que su manipulación constituye un riesgo en sí mismo, independientemente de otras condiciones ergonómicas.
En el caso de mujeres, jóvenes o mayores, se recomienda que el peso máximo no exceda los 15 kilos. Si la tarea se realiza por trabajadores sanos y bien entrenados físicamente, este peso podría aumentar hasta los 40 kilos, siempre que se realice de forma esporádica y en condiciones seguras.
● Posición de la carga, desplazamiento vertical e inclinación del tronco
Cuanto más alejada se sitúe la carga del centro de gravedad del cuerpo, mayor será la fuerza compresiva ejercida sobre la columna vertebral. Cuando la carga se manipula en condiciones ideales, pegada al cuerpo y a la altura de los codos, el peso máximo recomendado es de 25 kilos.
Asimismo, se recomienda que el desplazamiento vertical de la carga no supere los 25 centímetros y se realice entre la altura de los hombros y la altura media de las piernas. Además, cuando la manipulación de cargas se realiza con el tronco inclinado aumenta la presión sobre la columna, ya sea por falta de espacio como por una mala técnica de levantamiento.
● Agarre y transporte
Para garantizar un agarre adecuado, la carga debería contar con asas u orificios que permitan sujetarla cómodamente con la mano, manteniendo la muñeca en posición neutral. Si no se cumplen estos requisitos, deberá reducirse el peso máximo de la carga u optar por su manipulación por medios automáticos. Desde el punto de vista preventivo, lo ideal es que el transporte de las cargas no se realice a distancias superiores a un metro. La carga acumulada durante un turno de 8 horas no debería superar los 10.000 kilos para distancias de hasta 10 metros, y los 6.000 kilos, cuando la distancia sea mayor.
Para prevenir los riesgos anteriores, será necesario una evaluación detallada por parte de un experto en ergonomía, que permita adoptar las medidas preventivas más adecuadas para cada caso particular, orientados a eliminar o minimizar los riesgos de la manipulación de cargas. Además del uso de ayudas mecánicas, el INSHT propone también otras recomendaciones, como la reducción o rediseño de la carga, la organización del trabajo para evitar giros, inclinaciones o empujes excesivos o la mejora del entorno de trabajo, eliminando desniveles o espacios demasiado reducidos.
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